Entre los blogs que sigo puedo encontrar con frecuencia artículos sobre creatividad. A modo de ejemplo este artículo reciente de Alex Mathens, en su blog Red Lemon. Es algo que interesa de manera natural a artistas de cualquier área de creación, pero sorprendentemente el proceso creativo es un asunto que interesa también a profesionales de muy diversos ámbitos.

Aunque la creatividad es un proceso poco mensurable, me resulta claro que es una cualidad que todos podemos cultivar en nuestra vida y en nuestro trabajo, y es fuente de satisfacción. Toda actividad humana es susceptible de ser creativa. Creo que, independientemente del trabajo que hagamos y del entorno laboral en el que nos desenvolvamos, siempre hay margen para su desarrollo.

Buscando como definir la creatividad me ha sorprendido encontrar definiciones muy variadas. Puedes ver aquí uno ejemplo. Etimológicamente podemos relacionar creatividad con creare engendrar, o dar a luz. Una definición podría ser "La producción de ideas novedosas y adecuadas en cualquier ámbito de la actividad humana".

Un paso previo a la creatividad; la motivación

En mi caso concreto, que es el de un trabajador freelance (que es también el de muchas de las personas con las que me relaciono cotidianamente) la creatividad es un aspecto importante y valioso en mi trabajo.

Los autónomos tenemos un gran margen de autonomía —valga especialmente aquí la redundancia— y por tanto las posibilidades de desarrollar la creatividad en nuestro día a día. Esta es uno de los principales atractivos de ser trabajador independiente (frente a algunos inconvenientes notables, que también los tiene). He sentido frecuentemente que muchos de los clientes que recurren a mi como profesional del diseño y de la ilustración buscan no solo unas habilidades y competencias técnicas, sino que esperan también que aporte una solución creativa al proyecto.

Unos requisitos previos para poder enfrentar un proyecto de manera creativa, es la motivación y la curiosidad. Estas cualidades deberían ser inherentes a todos nosotros como seres humanos, pero lamentablemente muchos procesos educativos o procesos de trabajo dentro del mundo de la empresa, más que fomentarla se esfuerzan en mutilar esta capacidad innata; seguramente todos podemos recordar experiencias personales en este sentido. Es especialmente necesario disponer, o ser capaces de levantar, una gran motivación si queremos desarrollar nuestra carrera profesional como profesionales independientes.

Bloqueos

Pero aunque estemos altamente motivados, y hayamos optado por trabajar en algo que nos gusta, las cosas no fluyen siempre como nos gustaría, y en ocasiones nos sentimos bloqueados. Cuando más necesitamos de la creatividad en nuestro proceso de trabajo, más se nos resiste; dejamos de fluir y nos estancamos. Las causas que bloquean nuestra capacidades creativas pueden ser muy variadas y son tanto internas como externas.

Solo por dar unos breves apuntes de causas de bloqueos:

— Externamente puede influir nuestro ambiente laboral; las interrupciones, el ruido, el desorden o una mala comunicación con el cliente.

— Internamente:  Las preocupaciones de cualquier tipo hacen que nos resulte complicado mantener la atención estable. Un autónomo tiene que desarrollar, de manera muy especial, la capacidad de mantenerse sereno frente a las incertidumbres; el trabajo y y los pagos nunca son regulares; el pago de facturas e impuestos, si. Por otra parte también influye mucho el cansancio físico o mental, que nos puede exponer a situaciones de estrés; sin duda el peor enemigo de la creatividad.

Por otra parte, nosotros mismos podemos ser nuestros peores censores cuando nos autoexigimos un resultado que sea capaz de deslumbrar al cliente (o a nuestros colegas o seguidores), sin habernos permitido analizar el encargo con el suficiente tiempo y, experimentar suficientemente con posibles soluciones. El perfeccionismo nos ayuda a ser mejores profesionales y adquirir habilidades, pero esta tendencia tiene un doble filo, y puede bloquear nuestra espontaneidad, necesaria para ser creativos. Sobre esto me hizo reflexionar hace poco un estupendo artículo de Magoz.

Atención y concentración

Creo que la creatividad es un proceso y tiene que ver con la actitud mental con la que enfrentamos las circunstancias en nuestra vida y nuestro trabajo. Llegar a una solución satisfactoria a un problema creativo no es casual ni se produce por accidente; para mi es evidente que requiere una atención despierta; concentrar nuestra mente en ese asunto, dejando fuera lo demás, y también olvidando prejuicios, dogmas y miedos.

Es habitual que quien ha trabajado creativamente en algún asunto, pierda la noción del tiempo. La atención continuada puede llevar a una profunda concentración en la que podemos llegar a olvidamos de nosotros mismos y a fundir en la tarea que realizamos. Si tenemos momentos así en nuestra vida y en nuestro trabajo podemos sentirnos muy afortunados; nuestro ánimo se mantiene activo y contagiaremos entusiasmo.

Respondiendo a un proyecto concreto

Enfocándonos en el aspecto profesional, partimos de la necesidad de responder a un encargo de manera profesional y estar a la altura de las expectativas del cliente. Cada encargo y cliente tiene unos condicionantes. Para realizarlo de manera creativa necesitamos de cierta dosis de libertad, que tiene que ver con:

— La confianza que deposita el cliente en nosotros.

— Con nuestro dominio técnico —el oficio— para sentirnos confiados de que la falta de conocimientos técnicos no son ya una limitación para ejecutar el tipo de tarea encomendado.

— Nuestra capacidad psicológica para afrontar los retos con apertura y la frustración que puede acarrear fracasar muchas veces antes de obtener un resultado valioso.

Seguramente todos podemos recordar algún "momento eureka" en que intuimos con claridad una buena solución a un problema o proyecto. Pero esto no es lo más habitual, y cuando sucede ha sido desencadenado tras un proceso previo, más o menos largo, de trabajo paciente sobre dicho "problema", de probar y equivocarse.

Una vez encontrada una idea o solución conceptual con la que nos sentimos satisfechos y que en el mejor de sus casos nos sorprende a nosotros mismos, debemos todavía presentársela al cliente, y si obtiene su aprobación, todavía nos resta su ejecución o realización. Ahí tiene lugar otro reto creativo; plasmar aquello que en nuestra mente parece haber cobrado sentido en una imagen (texto, partitura, etc...) que comunique lo que queremos y como lo queremos, no siempre resulta sencillo. La experiencia y haber llegado a desarrollar hasta cierto punto un estilo propio serán de gran ayuda.

Dependiendo del tipo de trabajo y su volumen, suele venir una etapa final de realización. Es un proceso más rutinario que nos lleve una dedicación disciplinada de días, y es frecuente que debamos presionarnos para cumplir los plazos establecidos.

Tantos métodos como personas

Cada uno de nosotros tenemos nuestro método, más o menos consciente, que vamos desarrollando según nuestra experiencia. También hemos tenido que encontrar una manera de enfrentar la tensión tanto física como psíquica, que dicho proceso puede representar. Estas rutinas sin duda son interesantes de analizar y compartir y pretendo que sean motivo de futuros artículos en este blog.

¿Eres diseñador o ilustrador? ¿Músico, escritor o cualquier otra actividad profesional o afición en la que que sientes puedes y debes desarrollar la creatividad? ¿Como te enfrentas al proceso creativo? ¿Como mantienes la motivación?